He vaciado la estancia.
La he vaciado del tiempo. Ahora, aquí dentro no importa que pase. Creo que ni pasa, le da vergüenza.
No hay relojes con su tremendo Tic-Tac, sólo incienso y flores de loto esparcidos por el aire y el suelo.
Yo, desnuda, levito entre pensamientos y sueños desquebrajados por pezuñas hambrientas.
Pero en esta estancia, eso da igual.
El silencio viaja a un oriente de flautas y bambúes agitados por el viento en calma.
Sonando: Intro - h.e.l.p.
Leave a comment