- Es cierto. Pero Gïra te resulta familiar ¿no es verdad? pregunto Tinê. Lîerg se sonrió.....
- Si pero, era un poco más grande. La soñé antes de despertarme aquí Lîerg paró de hablar durante unos segundos recordando el sueño era, era de mi estatura más o menos y, bueno recuerdo que la llamaba Deseo.
- Quizás la deseaste tú alguna vez y la perdiste.
- No se, no puedo recordar nada.
La conversación se detuvo en ese punto. Los tres pensaron detenidamente en Gïra, Deseo para Lîerg.
Y llegó la hora de la charla. En esta hora Ut se encontraba bajo la noche cuando los seres mágicos dormían y las luciérnagas alumbraban a los rezagados. Los seres más sabios de Ut se reunían en el árbol de los pensamientos, un árbol muy antiguo del que su sabía extraían un líquido mágico con el que podían preparar grandes brebajes. Una vez allí reunidos, Kïny presentó a Lîerg como un indefinido, ya que a pesar de su nombre y de las pistas que habían encontrado no sabían a ciencia cierta de que tipo de ser se trataba. Entre otras cuestiones debatieron sobre lo que Lîerg podía hacer o no para encontrar lo que buscaba su destino llevándole hasta Ut. Cuando concluyeron la reunión y cada ser se alejaba a su hogar.
- Gïra no estaba ¿verdad? pregunto Lîerg temiendo no haberla visto.
- No. No estaba. Querida ¿dónde se habrá metido? interrogó Kïny en susurros pues no quería despertar a un par de duendecillos que dormían bajo una seta del tamaño de un arbusto.
- No lo se. Esto no es normal a ella le encantan estas reuniones. Aprende mucho. tan preocupada como una madre.
- Quizá se quedó dormida en su árbol. comentó Kïny a su mujer para evitar que se preocupara.
- Quizá.
Lîerg en esos momentos no supo que decir o hacer. Pero sabía al igual que Tinê, que algo le había sucedido a Gïra. Caminaron los tres hacia la casa Rascu y una vez en la entrada Lîerg observó que a la Luna solo le faltaba un pequeño arquito para estar completa.
- Le falta poco para estar completa. dijo Kïny.
- Si, quizá mañana lo este. continuó Lîerg.
A la mañana siguiente, Tinê estaba despierta en la hamaca de la entrada de la casa liada en una enorme manta, cuando apareció Kïny.
- ¿Qué hacer aquí? ¿No estarías esperando a Gïra verdad? Tinê ni tan siquiera lo miró simplemente asintió mirando al lago de las Alegrías, en el que en una de las rocas salientes del centro se encontraba Raew, peinando su pelo azul y Oiner cantaba la misma melodía de cada mañana.- ¿Y sabes algo?
- No. de pronto se escuchó un gran estruendo en el interior de la casa que hizo que Oiner se detuviera.
Tinê ya había llegado a la cascada de las Mil piedras cuando se percató de la ausencia de Gïra.
- Estos deseos perdidos de hoy -dijo para si misma y continuo su tarea restandole importancia. Conocía bastante a Gïra y sabía que era capaz de apañárselas sola.
Mientras Kïny hablaba con su extranjero personaje.
- Entonces ¿no sabes de donde vienes? interrogo el anciano.
-No ya se lo dije, soy humano no puedo haber caído del cielo.
- Recuerda inténtalo por lo menos
toma esto te sentará bien mientras le ofrecía una infusión que acepto.- bueno por lo menos recordaras tu nombre, ¿o eso tampoco? mientras enarcaba una ceja.
-Si eso si dijo medio sonriente, sorbió un poco de la infusión y se quedo pensativo e intento recordar. Pero a su mente vino un nombre que sabía que no era el suyo y lo pronuncio- Lîerg.
- ¿Porque te extraña ese nombre?
- Nunca antes lo había pronunciado.
- ¿Sabes que tipo de nombre es ese? le preguntó el doctor.
- No.
- Se trata de un nombre lunar. Quiere decir brillo de plata.
- Pero yo se que antes no me llamaba así, no se porque he mencionado este nombre.
- Te has tomado una infusión de recuerdos profundos, por eso lo has recordado. Era tu antiguo nombre, antes de que adoptaras un nombre corriente para vivir entre humanos. le aclaró Kïny. Lîerg se mantuvo en silencio.-por ahora es lo único en lo que te puedo ayudar, deberás averiguar porque has aparecido aquí. ¿No crees? Nadie llega a este país sin ningún tipo de misión.
- Supongo, pero
-no sabía que pensar.
- En cierto modo esto te va a costar bastante. Tiene que ser duro aparecer en un sitio y no recordar nada. A mi me pasa eso casi todas la mañanas pero lo mío es por la edad. comento sonriente el anciano. Entonces entró Tinê.
- ¿Qué tal esta nuestro nuevo amigo? dijo mientras miraba al extranjero.
- Bien, está bien ¿no es cierto? mientras lo miraba con complicidad. cariño te presento a Lîerg.
- Ósea ¿que ese es tu nombre no?...vaya, vaya un nombre lunar, polvos de luna en las palmas
¿todavía no has recordado de donde venias?...tranquilo tu toma tu tiempo los recuerdos tienen que ser verdaderos y vienen solos, no puedes inventarlos, ni forzarlos.
- Pero querida el debería de recordar casi de manera inmediata.
- ¡¡Ni que se le acabara el tiempo!! Es joven, mucho más joven que tu cuando empezaste a ser médico. le regañó Tinê. Éste anciano piensa que el tiempo corre con él, no le hagas caso mirando a Lîerg, que no pudo evitar el sonreír, era algo gracioso ver como discutían.
- Bueno querida y ¿Dónde has dejado a Gïra esta vez?
- Pues como siempre le perdí de vista pero esta vez más pronto que nunca, ya llegará a la hora de la charla. Como siempre ha hecho. mientras colocaba en tarros las hierbas medicinales que había recolectado en su búsqueda diaria.
- ¿Quién es Gïra? pregunto Lîerg.
- Gïra es un deseo perdido. ¿Por? la dejaste embrujada al mirarla, nunca la vi tan quieta ¿no es cierto querida? riéndose.
- Es cierto. Pero Gïra te resulta familiar ¿no es verdad? pregunto Tinê. Lîerg se sonrió.
Ut estaba entre nubes claras. El país entero estaba revolucionado los duendes que habían acudido en ayuda del extranjero, fueron a verlo. Había una gran expectación a la puerta de la casa Rascu.
El sol resplandecía sobre el agua del lago de las Alegrías. Y las sirenas se amontonaban en la orilla para poder enterarse de las nuevas noticias, de momento todo eran rumores. Entonces como si de un recién nacido se tratara salió Kïny por la puerta con noticias.
- ¡Duendes hadas, sirenas, luciérnagas y seres mágicos de Ut! Un nuevo ser mágico a conseguido regresar del mundo del suelo por sus propios medios. Todavía no ha despertado. Pero pronto lo hará y nos podrá contar como lo consiguió. Seguramente más seres mágicos lleguen. Tendremos que estar atentos.
Todos, tremendamente ilusionados por aquella fabulosa noticia comentaron entre sí. Eso quería decir que muchos conseguirían por fin encontrar a sus familiares perdidos hace mucho tiempo. Quizá algunos se reencontraran con hermanos o abuelos perdidos.
Gïra seguía durmiendo en su diminuta flor de Harz. Y de pronto despertó de un tremendo sueño horrible. Eso le recordó el sobresalto de la noche y sin dudar voló apresurada hacia la casa de Rascu. Cuando llegó solo oía rumores. Miles de voces comentaban la grandiosa noticia. Ella nerviosa e impaciente sobrevoló las cabezas los gorros de los seres que allí esperaban impacientes que despertara el nuevo. Cuando llegó a la casa entró por el hueco de la cerradura y acudió frente el nuevo apoyando sus pequeñitos pies sobre el pecho. La respiración del extranjero hacía que su pelo se agitara, cuidadosamente se acercó hasta sus labios y apoyo su mano, cerrando los ojos fuertemente por el aliento.
- ¿Qué haces Gïra? preguntó Tinê sonriente porque había sobresaltado al diminuto deseo.
- Nada
.solooooo
.yo solooo intento excusarse Gïra.
le tomabas la temperatura no es así
-le ayudó arqueando las cejas.
- Si si eso es
-entonces comenzó el vuelo hacía su maestra.- - ¿Cómo esta?
- Bien, supongo. Esta noche ha soñado, ¿sabes? comentó Tinê sonriendo.
- ¿si?, ¿el que? como restándole importancia.
- No lo sé. Pero no paraba de susurrar deseooo, deseoooo.-imitó la anciana como si de un fantasma se tratase.
- ¿Deseaba cosas?
- No, pequeña, llamaba a alguien llamado Deseo. aclaró. Gïra se sorprendió mucho, algo le resultaba familiar en el extraño.
Gïra se sentó al lado de Tinê. Mientras desayunaba la anciana su infusión Gïra no paraba de observar al extraño. Y apareció Kïny.
- Buenos días Gïra cuanto has madrugado hoy comento el anciano sonriente.
- Si.
- Bueno Gïra vamos allá hoy será un día duro -
y de pronto mientras el hada miraba como la anciana recogía su tazón, el ser abrió los ojos. Gïra lo presintió y se giro para mirarlo. Y clavó sus ojos en los de el, eran verdes. Eran verdes como las hojas de su árbol de los deseos perdidos. Y se sintió incapaz de decir nada. Simplemente entreabrió la boca. Cuando Tinê vio su expresión miró hacia la camilla y vio como resplandecían los ojos del extranjero.
- ¡Gïra! ¡¿Por qué no as dicho nada?! exclamó la anciana. Mientras corría hacia la camilla.
Gïra seguía atónita, como hipnotizada. Tinê y Kïny se ocuparon de atender al extranjero de recordarle lo sucedido, de explicarle donde estaba.
- ¿cómo?
no de eso nada
yo
yo solo
soy humano, no he ideado ningún plan para llegar aquí... ¿Dónde estoy?...dijo el joven extranjero.
- Estas en Utexclamó Kïny.
- Entonces ¿el polvo de luna que hay en tus manos y pies? comentó Tinê
- ¿Que polvo de luna? ¿Ut? preguntó el extranjero.
- Si, este país se llama Ut. Esta entre el cielo y la tierra escondido a los ojos humanos
y tu venías de arriba no del suelo, no puedes ser un humano.
- ¡Pues lo soy! al decir esto el extranjero intento incorporarse, pero un gran dolor le molestó y volvió a recostarse en la camilla.
- Caíste desde muy alto. Suerte que no hayas sufrido más daños
si realmente fueras humano hubieses muerto al chocar con el agua a esa velocidad.
El extranjero no supo que decir a esto, no podía recordar nada de lo que le había sucedido. Kïny decidió quedarse a solas con él y Tinê y Gïra salieron de la habitación.
Tinê decidió seguir con sus clases en el bosque de los Amaneceres, recolectando algunas de las plantas medicinales que solamente se podían encontrar en ese paraje. Mientras recogían las plantas más escasas y Tinê le explicaba a Gïra que muchas de ellas podían lelgar a ser mortales, Gïra estaba como ausente, pensativa.
- Gïra!!! Deberías de prestarme más atención dijo enfurruñada la anciana.
- Perdón señora. despertando de sus pensamientos.
- Mira esta de aquí es Klutyr. Es de las más potentes. Es la que se debe de administrar cuando se es mesmerizado por el canto de una sirena de cola negra.- mientras Tinê decía esto algo al otro lado del claro llamó la atención de Gïra.- prosigamos si vamos hasta la cascada de las Mil piedras podré enseñarte la planta más difícil de encontrar en Ut que solo crece en la novena piedra. Vamos dijo la anciana caminando dificultosamente por su túnica de tela blanca.
Gïra se volvió sorda por completo y no escucho a Tinê nada más que en la lejanía. Algo seguía moviéndose al otro lado del claro. Aleteo hacia el lugar rápidamente hasta llegar a unos pocos metros, donde se detuvo un momento hasta que se volvieron a mover los arbustos. Entonces se aproximo más.
Gïra, deseaba con todas sus fuerzas que se tratara de otro deseo perdido para hacerle compañía.
- ¡¡Todavía respira!! exclamó el duende In. De repente como una bandada de pájaros se acercaron alrededor del nuevo ser y lo llevaron a la casa de Kinÿ, el doctor de Ut. Llamaron a su puerta, impacientes y sin esperar que abrieran la puerta del todo los diez duendecillos que cargaban con el nuevo, lo condujeron a volandas hasta la camilla más próxima hecha de hojas y ramitas de Cermös.
- ¿Qué me habéis traído a estas horas? dijo enfurruñado Kinÿ.
- ¡¡No lo sabemos!! dijo In
- ¡¡Ha caído del cielo!! puntualizó su hermano En.
- Pues entonces será un deseo perdido ¿no? -sonriendo mientras buscaba con la mirada a Gïra, la pequeña hadita se escondió tras un bote de hierbas de Kinÿ.
- No, lo sabes, los deseos perdidos amanecen como gotas de rocío colgados en el árbol. No caen del cielo como estrellas. aclaró la anciana Tinê, la esposa del doctor.- dejarme ver añadió la anciana y poniéndose sus diminutos anteojos sobre la nariz observó la piel de la nueva criatura, lo tocó.
Entonces Gïra fiel amiga y aprendiz de Tinê se acerco aleteando y se posó en su hombro izquierdo.
- ¿qué es? pregunto Gïra.
- No lo se pequeña. Pero parece que ha caminado por alguna superficie tiene las manos y las plantas de los pies manchadas de polvo. Nunca antes lo había visto.
- ¿Y que piensas que puede ser Tinê? preguntó Gïra -¿De donde vendrá?
- Creo que
.-paró de hablar y miró al resto de duendes hadas y luciérnagas que ocupaban la habitación observando el nuevo ser, Gïra revoloteó en el mismo sitio ¡Vale! ¡Muchas gracias por su enorme ayuda! Cuando sepamos algo ya lo avisaremos ahora márchense y continúen con sus deseos que la noche se acaba mientras empujaba a cada mágico ser, tras el último cerró la puerta y corrió las cortinas de la estancia para que ningún curioso cotilleara por las ventanas.
- ¿qué es querida? le preguntó Kïny.
- Verás, ¿recuerdas que una vez te conté que en ocasiones ahí seres del mundo del suelo que si lo desean mucho pueden volar y descubrir nuestro mundo? preguntó su esposa. A su vez la cara de Gïra se iluminó.
- Si. Pero se trataban de seres mágicos camuflados ¿no era así? preguntó Kïny.
- Sí y algo me dice que este en realidad tenía un buen camuflaje.
- ¿Cómo? pregunto muy extrañada Gïra.
- Si veras pequeña, resulta que, hace mucho tiempo esta pequeña isla flotante estaba encallada en el suelo Gïra no podía salir de su asombro.-muchos seres de aquí, los mas antiguos conocimos el mundo del suelo.
- ¿y porqué se separó la isla? interrogo Gïra que provocó la risa de Kïny.
- Resulta que los seres del suelo, algunos no soportaban la idea de que hubiesen seres mágicos como nosotros, muchos querían ser mágicos pero no tenían
no podían por su alma impura. Se enfadaron mucho incluso intentaron a la fuerza recibir poderes. Pero conseguimos escapar.
-
.Aha
-asintió la hadita esperando que continuara.
- Pero por desgracia algunos seres mágicos se quedaron en el suelo. No pudimos regresar por ellos. Pero si hicimos conjuros y seres que podían volar acudían por ellos. Lo malo es que algunos decidieron esconderse entre los del suelo para no ser torturados.-concluyó Kïny
- Pero eso ahora no importa ya. Tenemos que ayudar a este jovencito.-dijo Tinê trasteando entre sus aparatos de curas.
Y así lo hicieron Kïny y Tinê ayudaron al joven extranjero a recuperarse. Gïra actuaba como una enfermera. Después de curar las heridas lo dejaron en una de las camas de la casa del doctor. Gïra decidió irse a su árbol a descansar y regresar a la mañana siguiente para ver al extranjero.
Ut un país mágico y plagado de seres tan increíbles como de estrellas el firmamento. Este país secreto se encontraba en una enorme burbuja sumergida entre nubes. En esta isla con alas el territorio estaba repartido. Las hadas de los árboles dominaban los bosques, las sirenas que habitaban en el mar discutían con los pececillos de los ríos si pasaban al mar dulce.
Una de las hadas del boque Gïra, era las más joven de todas y habitaba sola en el árbol de los Deseos perdidos. Pues nadie puede perder un deseo, y quien lo perdió lo colgó de ese árbol y en todo ese tiempo no acudió a recogerlo. Eso era Gïra un deseo perdido de algún ser del mundo del suelo.
Una de las noches, en las que las estrellas caían del cielo y los habitantes de Ut las observaban con gran entusiasmo para pedir deseos, Gïra dormía, sola, en su pequeñita flor. Y de pronto algo sucedió. Una estrella, que caía pequeña y perdida del cielo atravesó la burbuja de la pequeña isla y aterrizó en el lago de las Alegrías. Gïra se despertó con un gran sobresalto y al mirar a su pequeño país vio que todos los seres correteaban hacia el mismo lugar, duendes, hadas, sirenas, incluso las luciérnagas aleteaban apresuradas. Así que Gïra también acudió. Cuando llegaron a la orilla de las Alegrías. Algo brillaba en el fondo transparente. Las sirenas decidieron sacarlo a la superficie. Todos pensaban que la pobre estrella estaba perdida y que lo único que tendrían que hacer sería ayudarla a seguir su camino. Pero cuando Raew y Oiner, las dos sirenas la sacaron vieron que no se trataba de una estrella perdida, sino de un ser nuevo. Lo dejaron en la orilla, donde un par de duendes, temerosos, se acercaron para ver si todavía vivía.
Gïra, deseaba con todas sus fuerzas que se tratara de otro deseo perdido para hacerle compañía.
No hay nadie. Todos descansan entre libros de hojas llenas de letras. Es interesante saber, conocer indagar. Yo lo intento pero estoy presa de las conversaciones con antifaces. Es divertido averiguar las personalidades de cada espectro en sus despertares de entre apuntes y conocimientos o de entre trabajo y vida de esclavo por dinero.
Estoy encerrada entre letras de pensamientos de gente muerta. Historia como no!!!
Este post es para aquellos que están de exámenes ANIMO (a pleno pulmón) ya queda menos (en susurros). Estoy con vosotros en esta cuasi-tortura, con una desviación típica de .5 jajaajaja
venga nos leemos!!!
Caminas, eres viento, veloz, pero suave. Acunas alegrías en tu regazo. Será que te has acostumbrado a caminar sola, a revolotear sin nadie, y por una vez en mucho tiempo estás tremendamente satisfecha contigo misma.
Y tu viento es fresco para los que tienen calor y cálido para los que sienten frío.
.
Eres capaz de coger estrellas y regalarlas para sembrar sonrisas en los seres que te respiran.
Por fin el mundo ve la sonrisa del viento.
Hoy me e despertado de color azul. He sorprendido al mundo sintiéndome entera.
Me gusta .
no me encantan las pajitas transparentes, el olor que se queda en mi piel cuando vuelvo de la playa, el caos de mi cuarto, cantar cuando no me escucha nadie (o si), caminar diferente cuando le veo, escuchar la música muy alta para que mi madre se queje, el agua caliente, las piscinas, los niños malos a los que les caigo bien, sentir la arena entre mis dedos, si está fría mejor. Las nubes blancas, que llueva en verano, pero poco, andar descalza por el césped, observar el cielo de cualquier parte, ver aterrizar los aviones desde mi escondite sobre el techo de mi coche, el olor del embutido, el olor a tierra después de llover, asomarme a la ventana, andar descalza
donde sea, conocer gente, correr aunque no haga falta, soñar despierta, jugar con niños malos, hacerme fotos, que me rasquen, mordisquear espaldas, hombros, cuellos, labios. Que me miren a los ojos, sonreír a la gente desconocida del metro, los cipreses, oír a extranjeros hablar en su idioma, los libros muy usados, las libretas con las hojas ruidosas, llegar de día de fiesta, los almendros en flor, acariciar a mi perro OTTO, que me quieran, mucho y bien, no se lo que es pero tiene que ser precioso, que lean lo que escribo y sobre todo que luego comenten!
Si te has reído he conseguido mi propósito y si sea como sea si he conseguido que pienses si a mi también y has sonreído, aunque solo sea por dentro seré feliz. GRACIAS
ELECTRICISTAS
(Fangoria)
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Ven
acércate más
que te quiero tocar
estar cerca de ti
No
no me digas que no
que te da miedo sufrir
sentir algo por mí
Ven
sube
a mi nube...
...yo te estaré esperando...
...Flotando, gozando...
...del éxtasis de estar aquí...
[...]
Ya ves
que si no tienes valor
nunca sabrás lo que hay
dentro de ti
No
no te creas que yo
no he estado también ahí
esperando salir
Ven
sube
a mi nube...
...yo te estaré esperando...
...Flotando, gozando...
...del éxtasis de estar aquí...
Ven
sube
a mi nube...
...yo te estaré esperando...
...Flotando, gozando...
...del éxtasis de estar aquí...
[...]
Es un problema eléctrico
que sólo afecta al corazón
Comienzo la investigación...
Somos alquimistas
aninistas
sobretodo electricistas...
Somos alquimistas
aninistas
sobretodo electricistas...
Ven
sube
a mi nube...
...yo te estaré esperando...
...Flotando, gozando...
...del éxtasis de estar aquí...
Ven
sube
a mi nube...
...yo te estaré esperando...
...Flotando, gozando...
...del éxtasis de estar aquí...
Ven
sube
a mi nube...
...flotando en éxtasis...
...Flotando, gozando...
...flotando en éxtasis...
...flotando en éxtasis...
Te mueves, te llenas de ti misma. Estas feliz y alegre. Desprendes luz. Eres aire. Sonríes a todo el mundo. Eres agua fresca.
Saltas, cambias de color. Estás contenta. Das tu amor. Eres cariño. Vuelas entre colores. Eres arco iris.
Palmeas purpurina. Estás loca. Ofreces agua. Eres el río de la alegría.
Floreces, siembras amapolas. Estás viva. Juegas con las flores. Eres césped.
Lo he decidido
.
Lo voy a cambiar todo
.
La Luna será de plata líquida y podrá bañarse en el mar cuando ella quiera todo mi mar será para ella.
La orilla de la playa, será más pálida que las nubes y las piedras serán del color de los cangrejos que yo me invente
El árbol seguirá siendo un árbol más, pero a su alrededor abran miles más, millares. Y todos distintos diferentes y únicos.
El cielo por la noche será despejado y azulado como el mar durante el día, casi transparente.
Y el Sol no me quemará, lo podré coger y abrazar cuando me plazca.
Llevaré en todo momento mi tesoro atado al cuello
Por las noches me bañaré desnuda con la Luna, dormiré entre árboles distintos sintiendo sus diferentes cortezas en mi piel.
Todo va a ser distinto.
Caminando por la fantasía de mis sueños me encontré un pingüino de arena en la orilla del lago de las Mil Lunas, cuando yo era un hada acuática purpúrea que me hacía llamar Zeatz.
Me dijo que podemos crear nuestros propios finales, que cada cual los elige, y que yo elegía los finales tristes para mis historias pudiendo elegir felices.
Yo no elijo mis finales, ando por las historias interfiriendo como protagonista. Y no a todos los protagonistas les espera un buen final de coronas de laurel.
Yo camino por arena y pétalos de rosa o por el barro de corrientes sumergidas, cada cual en su determinado momento. Quizás así cuando obtenga una historia con final feliz la disfrute mejor
entonces el pingüino de arena fue arrastrado por una suave brisa y construyó en el cielo una estrella más, ese era su final feliz
ser luciérnaga eterna.