Gïra, deseaba con todas sus fuerzas que se tratara de otro deseo perdido para hacerle compañía.
- ¡¡Todavía respira!! exclamó el duende In. De repente como una bandada de pájaros se acercaron alrededor del nuevo ser y lo llevaron a la casa de Kinÿ, el doctor de Ut. Llamaron a su puerta, impacientes y sin esperar que abrieran la puerta del todo los diez duendecillos que cargaban con el nuevo, lo condujeron a volandas hasta la camilla más próxima hecha de hojas y ramitas de Cermös.
- ¿Qué me habéis traído a estas horas? dijo enfurruñado Kinÿ.
- ¡¡No lo sabemos!! dijo In
- ¡¡Ha caído del cielo!! puntualizó su hermano En.
- Pues entonces será un deseo perdido ¿no? -sonriendo mientras buscaba con la mirada a Gïra, la pequeña hadita se escondió tras un bote de hierbas de Kinÿ.
- No, lo sabes, los deseos perdidos amanecen como gotas de rocío colgados en el árbol. No caen del cielo como estrellas. aclaró la anciana Tinê, la esposa del doctor.- dejarme ver añadió la anciana y poniéndose sus diminutos anteojos sobre la nariz observó la piel de la nueva criatura, lo tocó.
Entonces Gïra fiel amiga y aprendiz de Tinê se acerco aleteando y se posó en su hombro izquierdo.
- ¿qué es? pregunto Gïra.
- No lo se pequeña. Pero parece que ha caminado por alguna superficie tiene las manos y las plantas de los pies manchadas de polvo. Nunca antes lo había visto.
- ¿Y que piensas que puede ser Tinê? preguntó Gïra -¿De donde vendrá?
- Creo que
.-paró de hablar y miró al resto de duendes hadas y luciérnagas que ocupaban la habitación observando el nuevo ser, Gïra revoloteó en el mismo sitio ¡Vale! ¡Muchas gracias por su enorme ayuda! Cuando sepamos algo ya lo avisaremos ahora márchense y continúen con sus deseos que la noche se acaba mientras empujaba a cada mágico ser, tras el último cerró la puerta y corrió las cortinas de la estancia para que ningún curioso cotilleara por las ventanas.
- ¿qué es querida? le preguntó Kïny.
- Verás, ¿recuerdas que una vez te conté que en ocasiones ahí seres del mundo del suelo que si lo desean mucho pueden volar y descubrir nuestro mundo? preguntó su esposa. A su vez la cara de Gïra se iluminó.
- Si. Pero se trataban de seres mágicos camuflados ¿no era así? preguntó Kïny.
- Sí y algo me dice que este en realidad tenía un buen camuflaje.
- ¿Cómo? pregunto muy extrañada Gïra.
- Si veras pequeña, resulta que, hace mucho tiempo esta pequeña isla flotante estaba encallada en el suelo Gïra no podía salir de su asombro.-muchos seres de aquí, los mas antiguos conocimos el mundo del suelo.
- ¿y porqué se separó la isla? interrogo Gïra que provocó la risa de Kïny.
- Resulta que los seres del suelo, algunos no soportaban la idea de que hubiesen seres mágicos como nosotros, muchos querían ser mágicos pero no tenían
no podían por su alma impura. Se enfadaron mucho incluso intentaron a la fuerza recibir poderes. Pero conseguimos escapar.
-
.Aha
-asintió la hadita esperando que continuara.
- Pero por desgracia algunos seres mágicos se quedaron en el suelo. No pudimos regresar por ellos. Pero si hicimos conjuros y seres que podían volar acudían por ellos. Lo malo es que algunos decidieron esconderse entre los del suelo para no ser torturados.-concluyó Kïny
- Pero eso ahora no importa ya. Tenemos que ayudar a este jovencito.-dijo Tinê trasteando entre sus aparatos de curas.
Y así lo hicieron Kïny y Tinê ayudaron al joven extranjero a recuperarse. Gïra actuaba como una enfermera. Después de curar las heridas lo dejaron en una de las camas de la casa del doctor. Gïra decidió irse a su árbol a descansar y regresar a la mañana siguiente para ver al extranjero.
No puedo verlo entero :S ouuuuuuuuuuu
Ehh, ese cuento está muy bien, a pesar de exámenes te lo estás trabajando muy bien.
...tengo la sensación de por fin poder contestar a las gran pregunta de quienes somos cada uno de nosotros...eso explica los cosquilleos en la piel, las heridas sin sangre y las palabras sin letras...eso explica los viajes sin salir de casa y las lágrimas sin llanto...
sabes ke siempre seras mi lina de plata likida verdad?!?!!