Me he quedado dormida durante la tormenta
no recuerdo cuando fue
pero me ha despertado el Sol acariciándome las mejillas con sus rayos y de fondo su voz...si, está allí
me llama
solo lo he oído una vez pero recuerdo su voz como si la hubiese oído durante toda mi vida. Sonrío no puedo evitarlo...parece que me espera
no hay más gente en toda la playa...me llama a mí, si.
Me levanto, sacudo la arena que me cubre los pliegues del vestido. Y retomo mi camino, pero
porque no se acerca él??
Pero sonrío porque mientras dormía en la tormenta he estado con él
bueno supongo que era él. Venía y me susurraba al oído
me acariciaba
y al recordarlo no puedo evitar que mis mejillas se ruboricen
sus manos
mi cintura
sus labios con los míos
pero es simplemente un sueño
Sus dedos se anudan entre los pies; unas ramificaciones densas y rígidas descienden desde ssu rodillas hasta fundirse con el pálido ocre de la arena. A veces, las menos, el mar le calma su árida piel reseca y quebrada por el paso de los años, de las décadas... pero el mar no quiere acercarse a él en este frío invierno.
Cada primavera, cuando el sol calienta lo suficiente, empiezan a brotarle mágicamente unos pequeños esquejes de entre las manos, el pecho, el cabello... El hombre árbol cuenta contigo sus historias de tiempo mientraas espera a que alguien transite su desierta playa y se acerque lo suficiente como para poder hechizarlo...