La llevo observando hace días, semanas quizá.
Con la rutina asfixiante se sube en el último vagón. Si puede, se sienta, un día a la semana consigue leer, el resto, contempla el reloj y las paradas con tanta impaciencia que parece que tiene el poder de ralentizar el tiempo.
Y cuando llega su parada, es la primera en la puerta y tiene la habilidad de abrir la puerta sin que el metro se haya detenido del todo. Y sonríe, le hace feliz ese logro, sino, suelta un ligero Nch! de indignación. Entonces escopeteada, sube por el carril de los veloces de las escaleras mecánicas, siempre la observo en el reflejo de los azulejos.
A veces, es la primera en salir de la estación, tan apresurada que sufre algún traspiés. Y otras, vuelve a soltar un Nch! porque alguna persona entorpece su carril sin limites de velocidad.
Eso si, por muchas prisas que tenga, nunca llega tarde.
Nunca llego tarde.
Sonando: Lali Puna - Faking the Books
Tarde a que ? a donde ?