Weänp, era un cometa que cada año pasaba por el cielo de Lecoj. Y la noche de un año una estrella algo pequeña pero muy nerviosa se interpuso en su camino.
Kîhan: ¡Hola! Weänp, algo extrañado por su osadía le contestó amable.
Weänp: ¡Hola pequeña!
Kîhan: ¿Dónde vas todos los años con tanta prisa?
Weänp: A dar la vuelta.
Kîhan: ¿si? ¿Y, porque dejas olvidados pedazos de ti por el camino?
Weänp: Porque es inevitable, todas las estrellas dejan una huella, por despacio que viajen. ¿tu no viajas pequeña?
Kîhan: No, creo que no...-dijo pensativa la estrella inquieta.
Weänp: eso no puede ser, seguro que lo haces durante toda la noche pero tan despacio que no te das cuenta.
Kîhan: Puede ser. la pequeña estrella siguió pensando en sus cosas.
Weänp: ¿En que piensas?
Kîhan: En que tienes razón, pero...¡mira! mientras sacaba de uno de sus bolsillos un cachito de cola de cometa.
Weänp: ¿Qué es?
Kîhan: ¿No lo reconoces?, míralo bien...- dejándoselo caer en las manos.
Weänp lo observó detenidamente, ¡era suyo! Era un pedazo de el mismo, una piedrecilla púrpura, todavía incandescente de veinte lados.
Weänp: Es un pedazo de mi! ¿De donde lo has sacado?
Kîhan: Lo dejaste hace un par de años, yo lo recogí. Pensé que quizá, algún día volverías a por él...pero el año pasado no te detuviste a buscarlo.
Weänp: No sabía que lo había perdido.
Kîhan: No, no lo perdiste. Yo te lo he guardado durante todo este tiempo.
Weänp, no podía para de mirar a la pequeña estrella que brillaba incluso más que él.
Kîhan: ¿Qué sucede? mientras le interrogaba con las pestañas de fuego azulado.
Weänp: En todos estos años nadie a recogido ningún pedacito de mi. Gracias.
Kîhan: De nada, pero, tengo más, tengo uno por cada año, ¿Los quieres? Weänp no podía salir de su asombro. Una estrella tan pequeña había estado guardando pedazos de él en sus pequeños bolsillos.
Weänp: No, quédatelos, esos pedazos de mi, son para ti de recuerdo de que una vez hablaste con un cometa.
Kîhan: Y tu, ¿Cómo recordaras que una vez hablaste con una estrella inquieta?
Weänp: No se... se quedo pensativo, entonces la pequeña Kîhan tubo una diminuta idea.
Kîhan: Toma, un pedazo de mí mientras se arrancaba una de sus cinco puntas ofreciéndosela al cometa.
Weänp: ¿Me das una de tus cinco puntas?
Kîhan: Si, así podrás recordarme.
Weänp: De acuerdo. Pero, si tu cada año coges un pedazo de mí....¿Podrías darme cada año una de tus puntas?
Kîhan se quedó pensativa, puesto que entonces no duraría más de cinco años más como estrella estática aunque inquieta.
Kîhan: Bueno, pero así no podría seguir siendo una estrella detenida...
Weänp: Claro que no, así podrías convertirte en un cometa azulado, como el fuego de tus pestañas. ¿Querrías viajar conmigo?
Sonando: Tori Amos Icicle
que le contestó Kîhan? ...
Q bonita historia, que detalles tan bonitos en serio. Un beso enorme
Eso, queremos saber la respuesta.....
si