Enciendes el sol con la sonrisa de que hoy te sientes feliz. Cantas a gritos los colores que llevas dentro.
Bailas salpicando polvo de estrellas, y tus huellas quedan marcadas en el suelo, dando flores inesperadas para los demás.
Tu risa es como el agua, que al salpicar mojas a los demás dejándoles empapados de gotas de mil colores.
Y tú estás cerca para disfrutar del espectáculo, suertuda...