NaDaR

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La brisa cesa…observo el árbol…de tronco inmóvil pero al que sus ramas agita el viento suavemente…el silencio se calla y escucho como las olas me llaman con su espuma…deseo sumergirme en el agua clara y limpia…me aproximo a la orilla despacio…muy despacio…las olas más grandes han bañado mis pies hasta mi tobillos…

Con una sensación extraña me adentro en el agua, me siento observada por algo…pero necesito sentir el mar a mi alrededor…rodeándome…acariciando cada parte de mí…como nunca nadie lo ha hecho…como si nadase entre las nubes…el agua acaricia mis piernas…con la suavidad de las corrientes que hago al moverlas….me sumerjo en la inmensidad cristalina…en una paz de transparencia azulada…a los segundos emerjo a la superficie y observo la orilla…allí esta de nuevo…el chico…me llama…pero….y el árbol??...le saludo y decido nadar hacia la orilla…una vez mis pies se apoyan en la arena sumergida en olas…intento caminar apresurada hacia la orilla…pero de nuevo está el árbol…

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Los dioses maldijeron su osadía. En la tierra de los hombres no existen las sirenas, aunque él todavía lo creyera´...

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